Padres... madres... Acción!!
La educación de los hijos no ha sido nunca una tarea sencilla de ejercer; en contraste con otras épocas, podemos afirmar que una de las características de nuestra realidad es la del cambio y la renovación constante de valores y conocimientos. Es por esto que los padres y madres de hoy nos encontramos continuamente tomando decisiones y enfrentándonos a situaciones cambiantes constantemente y que una cualidad esencial para sobrevivir como padres hoy en día es la de ser capaz de adaptar nuestros planteamientos a los cambios sociales más inmediatos.
Esta pequeña reflexión es útil para introducir el concepto de Escuelas de padres y madres, saber lo qué son y para que sirven.
Una Escuela de padres no es más (ni menos) que un plan de formación para los padres en el que se trata de reflexionar, dialogar y aprender sobre todas aquellas cuestiones del desarrollo de la infancia y la adolescencia que nos preocupen. Esta formación tiene como objetivo dotarnos a los padres y madres de mayores y mejores recursos educativos, afectivos y sociales en la relación con nuestros hijos.
En una Escuela de padres/madres

se abordan colectivamente aquellas cuestiones que nos preocupan respecto al crecimiento de nuestros hijos, se ponen en común todas las experiencias acumuladas como padres y se aprende básicamente de la experiencia y observaciones de otros padres y madres y de las aportaciones de los distintos profesionales que se dedican a trabajar por la infancia y la adolescencia. Las Escuelas de Padres dirigen sus actuaciones hacia tres ámbitos complementarios: Familiar, Educativo y Comunitario.
Me detengo en el último, por ser, a mi entender, habitualmente de los menos tratados y más necesitados; una Escuela de Padres ha de tener siempre como referente la acción y la reivindicación comunitaria. Si como padres y madres estamos preocupados por cómo utilizan nuestros hijos su tiempo libre, podemos de forma particular incentivar un clima creativo y estimulante en nuestros hogares, pero también debemos preocuparnos de que en nuestro entorno existan alternativas culturales y de ocio a su disposición. Sólo de forma colectiva se pueden conseguir determinados objetivos, como podría ser mejorar el funcionamiento de un polideportivo, una biblioteca, un parque, una casa de cultura...
Yo me quedo con la idea de que desde una acción colectiva, las Escuelas de Padres y Madres pueden realizar una función social y solidaria, imposible de conseguir de forma individual.